Un buen día de primavera, una rica merienda en la mochila, nuestro bote para cazar bichos y en compañía de la clase de tres y cuatro años nos fuimos en busca de habitantes para nuestro hormiguero. Hemos seguido las instrucciones que nos proporcionó Rubén, nuestro asesor científico al pie de la letra.
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| Pincha aquí si quieres saber los pasos que hemos seguido |
Como ya sabéis, hicimos una mezcla de tierra y arena, que introdujimos en los envases que habíamos preparado, antes de las vacaciones. Ahora hemos humedecido un poco esa mezcla para que cuando lleguen las hormigas les sea más fácil cavar los túneles y hemos salido en busca de un buen hormiguero. La verdad es que no había tantas hormigas en el campo como esperábamos, cazamos las que pudimos con mucha dificultad, la verdad sea dicha. Son demasiado escurridizas, pero algunas conseguimos. Las hemos introducido en nuestro proyecto de hormiguero, les hemos dejado comida: jamon jork y miel, hemos tapado el hormiguero, porque ellas viven bajo tierra, en la oscuridad y las dejamos descansar todo el fin de semana, sin saber lo que nos vamos a encontrar el lunes.
Eso es lo que tiene ser científico, que los experimentos unas veces salen y otras no, pero si esta colonia de hormigas no da resultado no nos preocupa, tenemos un plan B para conseguir más. Aunque va a ser dificil conseguir una hormiga reina sin destrozar algún hormiguero, y eso de desstrozar casas no nos parece muy adecuado.
Ya os iremos contando nuestros progresos (o nuestros fracasos). Ahora ver lo bien que nos lo pasamos cogiendo hormigas este viernes tan soleado, viendo como se metían en nuestro hormiguero y como hemos hecho hormigas de plastilina de colores para llevar a casa.
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Cuando estábamos terminando apareció por nuestra clase el maestro Rubén, con una nueva propuesta de experimento. Pufff!!! esto es un no parar, no salimos de una para meternos en otra, pero... ¡¡¡nos gusta, disfrutamos y aprendemos!!!
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